MERIENDA
Es época de lluvias en el
Serengueti. Despreocupados los cachorros saltan sobre la hierba, pelean entre
sí, hacen como que se mordisquean pero sin hincarse los colmillos, que eso
duele. A veces salen de su guarida y corren a enredarse entre las patas de su
madre, que de un gruñido los aleja. Lleva un rato inmóvil, con los ojos
clavados en una gacela que, alejada de su rebaño, ramonea unas hojas de acacia
tiernas.
En el momento preciso, inicia
la leona una carrera que culmina con la caza de la presa. Ha sido fácil, piensa
mientras regresa con el cuerpo inerte entre las fauces. Suena entonces un DING
y Jacobo le dice a su mamá que en qué piensa, que el horno acaba de sonar, que
saque de una vez la pizza boloñesa y que quite el documental y ponga en la tele
los dibujos, que ya empiezan.