domingo, 22 de marzo de 2020

Sensación de vivir


SENSACIÓN DE VIVIR

Todo aquel que lo probaba decía que era alucinante sentarse en un noray a ver las olas rompiendo contra el espigón, oír graznar a las gaviotas, sentir sobre la piel la espuma salada del mar y embriagarse con el olor a salitre. Desde que los océanos habían muerto envenenados, la experiencia del puerto pesquero era una de las más demandadas.
El bramido de una sirena muy parecida a la de un buque, ¡brruuum, brruuum!, avisaba a los usuarios para que se fueran quitando las gafas 3D y se levantaran, que los sesenta minutos de realidad virtual habían terminado.