VIL METAL
Vaya contrariedad, justo ahora que estaba en
plena convalecencia por
la extracción de una muela van y me citan. Con este flemón me costará contestar las preguntas del
tribunal. Afortunadamente siempre he salido victorioso y con la reputación reforzada de
cambalaches más gordos.
Porque con el acoso de tanto mamarracho suelto
por Internet, opinando de todo, que ni saben escribir y lo mismo ponen las haches
donde no es o una coma entre el sujeto y el verbo, me veo entre la espada y la pared. ¡Me quieren repudiar porque no
encuentro el título de doctorado! Pues no, no conservo papeles: mi esposa, que cuando
se pone a recoger termina tirándolo todo, pensaba decirle al juez.
Pero un «pajarito» me ha soplado que Darío, el
hijo de mi chófer, está acabando su tesis. Podría amañarlo.
Sé por experiencia que todos tenemos un precio.
Y hoy mismo lo sabrá él también.