ESCOMBRO
Un tablero con un
puzle sin completar, unos frascos con arena de distintos grosores y tonalidades,
la foto ajada de un soldado en blanco y negro, un chotis sonando en un
transistor… Todo lo que nadie quería terminaba en el contenedor. Parecía que
aquella tarde hubiesen desmantelado un piso por allí; quizá por una mudanza,
reforma o la muerte de algún anciano. Quién sabe si por un desahucio. Sobre una
encimera de granito negro y gris vio una dentadura postiza y una taza de caldo,
todavía humeante.
Se sentó sobre los
tomos de una enciclopedia y mientras se lo bebía a sorbitos divisó en el suelo
un bastón con una cabeza de pato en la empuñadura. Entonces saltó del
contenedor a la acera a por él, pero tuvo que estarse un rato forcejeando con
un anciano desdentado y en pijama que se resistía a soltarlo.