miércoles, 29 de mayo de 2024

Sopa de letras

SOPA DE LETRAS

Se miran desconcertados en el comedor del asilo los cuatro ancianos con los mensajes navideños que se leen en sus cuencos. El «Merry Christmas» de Delfina les llama mucho la atención; que se sepa, jamás había salido de su pueblo en Cuenca. Lo mismo con el «Happy New Year» de Aniceto, pastor de ovejas de Teruel. Ambos sin faltas de ortografía. También muy bien escrito el «All the best for the coming year» de Mariano, ebanista jubilado. Se le nota a este hombre el gusto por los detalles, se dice Delfina mientras echa unas migas de pan a su tazón.

Con el «And may this New Year bring you joy and laughter» de don Eusebio, se quedan los tres boquiabiertos y asienten con admiración, Delfina incluso aplaude un poco, esto ya es otro nivel. Aunque a decir verdad, si uno lo medita un poco, tampoco es que sea tan sorprendente, porque don Eusebio fue maestro de escuela y lee todos los días la prensa y a veces hasta escribe algún poema en un papel que luego recita de pie.

Cenan pausadamente, sin prisa. Hay que hacer tiempo hasta las doce, para ver las campanadas en el televisor. Solo se oye sorber y el ruido de las cucharas chocando contra la vasija. Mientras les sirve a cada uno otro cacillo, piensa la cocinera que ha tenido éxito este año la oferta que había en el supermercado: la sopa de letras navideña, New England Style, que por el precio de dos tetrabriks te llevabas tres.