miércoles, 29 de mayo de 2024

Brunch

BRUNCH

Ni hicieron muchos cambios ni costó demasiado dinero, pero el resultado mereció la pena. Poner plantas naturales, luces indirectas, estores color marfil para no ver los contenedores de la acera, manteles de vinilo y delantales para Florencio y Josefa de tela vaquera. Y luego comprar tazones, copas, cubiertos y platos. Todo de Ikea.

Lo que les hizo derramar alguna lagrimita fue cambiar el cartel: de «Bar Floren» a «Chez Florence». Y lo que más fácil les resultó, triplicar los precios del chocolate con churros, la tortilla y los buñuelos, que ahora sirven exclusivamente a quienes vienen con reserva.