EL UNIVERSO Y LO DEMÁS
Andan abatidas en la casa,
están que no levantan cabeza. Con lo estupendamente que lo pasaba la abuela
enseñando en el canal de YouTube de la nieta cómo hacer dobladillos, coser
cremalleras, enhebrar una aguja a la primera, ¿ahora con qué demonios se va
ella a distraer? Y la madre, que ya tenía pensadas las siguientes recetas que
iba a compartir ―una tarta de queso y unas
croquetas de atún, huevo y un ingrediente sorpresa―, anda
arrastrando los pies por la cocina, desganada, que es mirar los fogones, las
cazuelas, abrir la puerta del frigo, y no motivarle ni apetecerle hacer,
siquiera, una tortilla francesa.
Y todo desde que la Jenny vio
una noticia sobre el bosón de Higgs, y quedó impresionada de tal manera que ha
decidido dejar el programa que emitía todos los días en YouTube, con sus trucos
y consejos de maquillaje, y donde tenían su espacio, cada tarde, la madre y la
abuela. Y por más que estas le han insistido, «Jenny, no seas inconsciente,
que esto es una cosa segura, que está mu
mala la cosa ahí fuera» Jenny lo tiene «clarinete», como
dice ella. Así que se ha despedido de sus cuatro millones de suscriptores «chau, majetes, y no olvidarse
de limpiarse el ojete» y se ha apuntado en el curso de acceso a la universidad,
pues está decidida a convertirse en una científica «que te
cagas»,
según sus propias palabras.
Para pagarse los libros, las
fotocopias y ahorrar para la matrícula del año que viene, de momento se apaña
haciendo malabares en el semáforo de debajo de casa.