lunes, 18 de junio de 2018

El samaritano


EL SAMARITANO

Pesaban muy poco, pero aplastaban sueños. Más o menos esto decía la teoría del caos: que si una mariposa aleteaba al otro lado del mundo, un bróker arruinado podía saltar de lo alto de un rascacielos en Wall Street; o quemársele el pavo a una familia en Michigan; o un adolescente frustrado agitar el frasco de pastillas de su madre, girarlo entre sus dedos abriéndolo, cerrándolo… Así que al ver aquella mariposa atrapada en la telaraña, batiendo sus alas enloquecida, me quedé pensando si ya se habría tomado el chico los ansiolíticos y, por si llegaban a tiempo de hacerle un lavado de estómago, decidí pisotearla.