lunes, 18 de junio de 2018

Designios


DESIGNIOS

¿A quién se le ocurriría aquella barbaridad? Dicen que el hambre agudiza el ingenio, será eso. Además tuvimos mucha suerte de que nadie investigara el asunto. El caso es que en aquel mes de enero, los temporales visitaban día sí día también nuestra costa. Una noche, Perico y Sito se escondieron en el faro y manipularon el foco de tal manera que a la mañana siguiente apareció la playa llena de contenedores de galletas, leche y latas de conserva. El carguero se hundió frente al acantilado. Hubo también algún cadáver que fue retirado rápidamente con una carretilla.