SUS LABORES
Hace un par de semanas, mientras Marushka quitaba a paladas la nieve del tejado
de su cabaña, resbaló y cayó desde gran altura, rompiéndose una pierna y las
dos muñecas. A sus noventa años, acostumbrada a hacer ella todo lo de la casa,
da ahora órdenes al marido desde la cama.
—¡Alexei,
hace media hora que te he pedido el orinal!
—¡Alexei, atiza la chimenea, que me estoy quedando helada!
—¡Alexei,
échale agua y hierba a la cabra!
—¡Alexei, eres un inútil, te estás haciendo viejo!
Y el pobre
anciano, que lo único que sabía hacer era beber vodka en la cantina y cantar
con sus amigos, tuvo que ponerse el delantal y obedecer, qué remedio. Por
suerte, está aprendiendo rápido y lo que más le gusta son los fogones. Ya sabe
preparar paté de caviar y unos arenques con salsa agria que consiguen dejar
boquiabierta a su exigente mujer.