miércoles, 4 de mayo de 2022

Circular

 CIRCULAR

Cada mañana a las nueve y diez vuelven a sus asientos del vagón de metro, se apean en la misma estación y repiten, una tras otra, las mismas rutinas: tomar un croissant a la plancha y un café en el bar de la esquina, subir la persiana de la zapatería, despachar proveedores y pagar facturas, quitar el polvo de las baldas y barrer, revisar el género, calentarse en el microondas del almacén la fiambrera con la comida y seguir atendiendo clientes hasta las ocho. Los sábados, si hay lío, hasta las tres. «Se pasa la semana volando, eh», le dice el hombre a su mujer mientras vuelven a sus asientos del vagón de metro, se apean en la misma estación y dedican el resto del fin de semana a descansar hasta que el domingo al anochecer, mientras se ponen el pijama, piensan lo rápido que se va la vida.