miércoles, 4 de mayo de 2022

Domingo

 DOMINGO

Fuencisla está deseando que llegue el domingo para que Domitila, la sobrina, no venga a casa y la deje por fin a su aire. Es una buena muchacha y sin su ayuda y la comida que le prepara seguro que ya estaría bajo tierra, criando malvas. Porque a ver cuántas almas caritativas hay que atiendan a una vieja impedida, a domicilio y gratis. Y aunque le costó convencerla, han acordado que el sábado le deje café con leche para desayunar y sopa para comer y cenar. Solo hay que calentarlo al microondas.

Así, cada domingo, Fuencisla entra con su silla de ruedas a la cocina, saca del fondo de un cajón una cajita que pone «membrillo» y revuelve, con la cucharilla del café por la mañana y la de la sopa después, el matarratas que guarda dentro. Pero nada, que no hay manera, que le falta el coraje.