«NOVEDADES PAQUITA»
Le costó a Paquita decidirse a contratar
un CEO y un Community Manager para reflotar su negocio. «Reinventarse», habían
dicho ellos. Desde que pusieron una franquicia de la competencia en el local
pegado al suyo no le alcanzaba ni para pagar la renta, y eso que era un
alquiler antiguo y su género mil veces mejor.
Les dejó la llave un viernes por la
tarde y marchó el fin de semana a donde su tía al pueblo. Cuando el lunes fue a
abrir, se encontró la acera llena de vecinas que murmuraban entre sí. Lo
primero que vio fue el nuevo letrero: ahora se llamaba «Françoise París». Muy
chic le pareció. Después se fijó en el escaparate: estaba lleno de neones y
cosas que no guardaban relación con su actividad empresarial, y letreros que
ponía que si Season, que si Sales, que si Outlet, que si Spring.
Pero lo importante, le había dicho el CEO, era llamar la atención, que la gente
se fijara, que todo el mundo se parase a mirar.
Lo de dentro había quedado muy en plan
minimalista, más neones y pocos percheros y baldas. Tardó un rato en hacerse
con el lugar y encontrar las prendas. Se fijó en las etiquetas de los precios y
ahí sí que alucinó: casi el doble habían subido los precios en aquellos dos
días.
Pero conforme avanzaba la mañana y la
calle iba llenándose de gente, empezó a entrar clientela a mirar, a preguntar y
a probarse, y Paquita, toda una profesional de lo suyo, pues encantada haciendo
lo que mejor se le daba: asesorando de bragas de puntillas o algodón,
sujetadores con aros o sin, fajas, rellenos, pantis, encajes y satén.