miércoles, 4 de mayo de 2022

Las palabras son cansancio

LAS PALABRAS SON CANSANCIO 

«No resistiré otro golpe», gimió Gustavo mientras aquel peso pesado le empujaba contra una esquina del cuadrilátero. «A m´hija le quedan las lentejas… Mmm». Era una lucha desigual que su contrincante aprovechaba con cada gancho. «Fíjate qué sarpullido tengo aquí…». La gorda no descansaba y el siguiente directo le dejó contra las cuerdas. «Este es Lucas, mi sobrino nieto, a que es gracioso…», le espetó con voz triunfante pegándole la pantalla del móvil a la nariz.

Cuando sonó la campana y se abrió la puerta del ascensor, Gustavo se juró y perjuró que en adelante subiría andando hasta su oficina.