DEPORTES
Click
click click y hale, ¡listo! En solo 24 horas lo tendrá todo en su domicilio. El
casco, un pantalón ligero, los pies de gato, seis mosquetones, arneses,
cuerdas. Una mochila especial, con muchos bolsillos. Estuvo un buen rato
dudando entre el rojo o el azul y negro, se decidió por el primero. Y ya
puestos, pensó en un impulso aventurero, se ha comprado hasta un vivac y un
saco, porque en el reportaje que vio anoche en la tele del Kilimanjaro, salía
un tío durmiendo ahí colgado y le pareció de lo más lo de pasar la noche al
filo del precipicio.
Son
muy de su agrado, muy placenteros, estos momentos que se pasa en la cama los
fines de semana, imaginándose todo un experimentado deportista. Se levanta ya
clareado el día, se zampa una docena de magdalenas y dos tazones grandes de cacao
y de vuelta a la cama con la tablet
disfruta enormemente equipándose por Internet para escalar paredes, ascender
puertos de montaña en bicicleta, hacer submarinismo o saltar en paracaídas. Con
estos gratos pensamientos, solo enturbiados por la sospecha de que tendrá que
ir haciendo sitio en el trastero, se vuelve a quedar roque hasta la hora del
aperitivo. Porque los sábados y domingos para eso están hechos.