QUEBRADEROS
¡Qué
fastidio! Una uña rota precisamente hoy. ¿Pero se habría fijado bien su hija en
el muerto de hambre con quien pensaba casarse? Menuda pinta perroflauta su futuro yerno, con esas
barbas y ese tupé. ¿Y se habría acordado la Fermina de acercarse al tinte a por
el traje del señor? Mmm… Aunque peor habría sido que, con cuarenta años, Natalia
se hubiese quedado a vestir santos, que vaya apuros le hacía pasar en el club
cuando en las partidas de bridge sus amigas, con muy mala baba, le preguntaban
que cuándo comerían boda y si habría que llevar pamela o no.