domingo, 16 de mayo de 2021

The end

THE END

En la librería de Melissa, junto a los cuentos de hadas y princesas, había puesto su mamá un nidito hecho con guata, plumones de almohadón, terciopelo y organdí para que las perdices de los finales estuvieran confortables y felices, y nunca se quisieran ir. No contaba esta señora con las noches calurosas de verano, la ventana del dormitorio de su hija abierta de par en par y los ojos amarillos de aquel buitre baboso que se relamía contemplando a la criatura mientras, con sus dedos sucios, partía en dos el cuello de cada uno de los pajarillos.