domingo, 16 de mayo de 2021

Los de fuera

LOS DE FUERA

Después del almuerzo y hasta la hora del cepillado, al gato de los Carvajal le gusta echarse en el balcón, sobre un cojín relleno de plumas muy cómodo que le regalaron por su cumpleaños. Ahí se pasa la tarde, haciendo la digestión, lamiéndose las patas y ronroneando. Hoy está que se cae de sueño, pues ha comido demasiadas albóndigas de espinacas y pavo, pero cuando empezaba a quedarse dormido una escandalera procedente de la calle le ha sobresaltado. Estira las orejas, diríase que contrariado: ahí abajo, entre unos arbustos, una gata intenta amamantar a sus siete gatitos, pero parece inexperta y ellos difíciles de contentar. Donde los cubos de basura, y rodeados de todo tipo de inmundicias, un par de gatos sucios y despeluchados se hallan en pleno rifirrafe, enzarzados por una raspa. Uno maúlla como loco cuando el otro le araña el hocico, pero sin dejar de sujetar con los dientes la cabeza del pescado.

Todo este jaleo le ha desvelado y con cierta displicencia fija su mirada un poco más allá: entre dos coches aparcados, una hembra y un macho están en pleno cortejo amoroso. Él la mordisquea el cuello, ella da varios giros, como intentando evitarle o haciéndose la interesante. Se olisquean y se chupan mutuamente los genitales, y al gato de los Carvajal le dan un poco de asco esas intimidades, aunque al mismo tiempo nota una ligera erección que, por pereza, ignora. Ahora ve otro gato, con el rabo amputado y un ratón entre las fauces. Camina distinguido, luciendo el trofeo, y va tan alelado que al cruzar la calle no le da tiempo a esquivar una moto que pasa a toda velocidad.

Los aullidos que pega el pobre infeliz le resultan del todo insufribles, así que se mete para dentro de la casa y busca a la señora Carvajal, que está bordando en el salón, y se tumba en su regazo para que le acaricie un poco el lomo. ¡Aahh, qué gustito cuando le rasca detrás de las orejas y qué dulces y tibios son aquí los días!, podría estar pensando este gato, ¡y qué estupendo será pasar sus siete vidas entre estas cuatro paredes, a salvo!