domingo, 16 de mayo de 2021

Genocidio

GENOCIDIO

De la escuela de su aldea quedaba en pie una pared y una pizarra. De camino a ella, iba atravesando edificios en ruinas, humeantes aún los rescoldos, y socavones donde antes hubo coches aparcados o tenderetes del mercado.  Gente que deambulaba gimiendo, de uno a otro lado, y pequeños incendios que los hombres, con cubos de agua, iban sofocando. De vez en cuando, veía bajo los cascotes un brazo o pierna desmembrado. 

Solamente el baobab centenario que presidía la plaza asistía lleno de vida al derramamiento de sangre entre hermanos.