domingo, 16 de mayo de 2021

El regreso

EL REGRESO 

El primer día tras el confinamiento fui al pueblo de mi padre, entré a la cochera y subí a su viejo Panda. Al abrir la guantera encontré aquel mapa de cuando todavía no existían las autopistas. Estaba tan arrugado de desplegarlo y volverlo a doblar que se desmenuzaba entre los dedos, y muchos nombres que coincidían en los pliegues no se veían. Rememoré nuestros viajes en aquel trasto: atrás apiñados la abuela, las mellizas, Golfo y yo, y el maletero hasta arriba. Solíamos parar en una chopera a comer los filetes empanados y la tortilla y a la vuelta siempre había que esperar a que alguna vaca atravesara la calzada, llenándola toda de boñiga.

Estos recuerdos me empañaban la vista mientras conducía al camposanto con sus cenizas. Pero sonreí confortado, pues tras el dolor de su muerte solitaria en el hospital descansaría en paz, por fin, en su tierra querida.