domingo, 16 de julio de 2023

Deberes

DEBERES

Hay varias gallinas que picotean el suelo, unos cuantos polluelos, una cabra y un burro que sirve para tirar de un arado y labrar la huerta. Maquinaria no tienen, pues no llega la luz eléctrica.

Todas las tardes, después del almuerzo, Pedro coge un rastrillo y limpia el corral, cambia el heno de los animales, llena los bebederos, ordeña a la cabra y barre de excrementos la tierra. A continuación quita las malas hierbas, retira caracoles y pulgones, riega las tomateras y recoge alguna hortaliza una cebolla, un calabacín para la cena. Huevos siempre hay, así que en el hornillo de gas prepara una tortilla, calienta un cuenco de leche a Liam, su hermano pequeño, y le cuenta un cuento para que se duerma.

Para entonces, ya ha caído la noche. La madre aún tardará en regresar de la casa donde sirve, del padre ni se acuerda. A Pedro, los ojos se le cierran. Por las mañanas se levanta antes de las seis para recoger los huevos, poner grano a las gallinas, despertar al hermano y preparar los desayunos. Aún no ha amanecido cuando salen caminando para la escuela, se tarda más de una hora en llegar por sendas polvorientas.

Pero cada noche, antes de acostarse, Pedro mete en la cartera sus lápices y libretas, se sienta debajo de la farola que alumbra la carretera y, con mucha concentración, hace las tareas que le puso la maestra. Tiene que esforzarse con la caligrafía, piensa mientras escribe unas frases para la clase de lengua. Es lo que más le cuesta.