COMO UNA PATENA
Cada noche antes de extender
los cartones junto a la tapia para echarse a dormir, limpia la porquería
acumulada alrededor: tetrabriks de vino, latas de cerveza barata, colillas,
cascos rotos. Con las últimas heladas, se está encontrando también restos de
animales.
—Hala, a tomar po´l culo —resopla tras dar una patada a
una rata muerta. Después se pone a frotar con esparto un grafiti donde se lee: «Ser
como todos es no ser nadie».
—Ahora resulta que el yonqui
este era filósofo —se mofa, cogiendo del pie a un tipo que tiene un espray de
pintura a un lado y una jeringuilla clavada en el antebrazo y arrastrándole
hasta el contenedor.