EL
DISPARO
Desde que ayudé a papá a
limpiar con un paño la escopeta y le apunté como en la tele y luego todo se
llenó de olor a pólvora y a humo, y vinieron unos policías y me arrastraron por
la alfombra del salón... los Reyes Magos ya no me traen insignias de sheriff, ni pistolas.
Solo ceras y acuarelas.
Mami llora cuando ve mis
dibujos.