sábado, 31 de enero de 2015

La tierra prometida

LA TIERRA PROMETIDA


Nos despedimos de Hassam deseándole mucha suerte y arrancamos unos clavos mohosos de un tonel que había en la bodega para clavarlos en el borde de la caja. Entre Yusef y yo llevamos el cadáver del soldado a cubierta, lo lanzamos al océano y corrimos a escondernos en los bajos de un camión.