sábado, 2 de noviembre de 2013

Inquilinos

INQUILINOS


A la bestia que habita en mí le encanta ensayar su sonrisa de golfo antes de salir de caza por las noches. Siempre consigue sus trofeos, aunque a veces por las malas. Hoy regresó a las tantas con una mirada salvaje; por la mañana se levantó el otro y tras arreglarse y frotar unas manchas de sangre del billetero, asistió a sus clases en la facultad; y a la hora de comer hemos tenido bronca, como siempre. Ellos me conminan a que elija, pero yo me he encariñado con ambos, así que seguiremos juntos hasta que el cuerpo aguante.