miércoles, 25 de noviembre de 2015

A salvo

A SALVO

Salen sigilosamente de las habitaciones de sus hijos con la conciencia tranquila. Gracias a los cuentos que inventan para ellos, a Lucía y Daniel nunca se les aparecerán en sueños brujas que ceban con turrón a los niños para luego zampárselos, nada de eso. En sus relatos, los bosques son los lugares más seguros del mundo para salir de paseo, sin lobos ni madrastras ni manzanas envenenadas.
Cuando el silencio invade la casa, Lucía despierta a su hermano. Juntos vacían cajones y revisan armarios hasta dar con los dos monstruos amordazados. Entonces les liberan de sus ataduras y, consolándoles, vuelven a dejarlos debajo de sus camas.