miércoles, 11 de febrero de 2015

Intrusismo

INTRUSISMO

—Usted es el primero que la abre, ¿y dice que no quiere pedir ningún deseo? —El genio se daba golpecitos en la sien con el dedo índice mirando atónito a aquel hombrecillo que masticaba una manzana tras otra. Se rascó pensativo una oreja; este primer fracaso supondría una mácula en su incipiente carrera como personaje literario. Tras observarle un rato, se le ocurrió una idea.
—Le proporcionaré una compañera virtuosa… y sin que tenga que sacrificar ninguna costilla. ¿Qué dice?
—Que se ha confundido usted de fábula, amigo. —Y con las mismas le empujó dentro de la lámpara y la cerró con un tapón.