viernes, 11 de mayo de 2012

La vuelta al cole


LA VUELTA AL COLE  

Y al otro lado de la ventana, nada de nada. Con la nariz pegada al cristal contemplo aterrada el patio vacío. Noto una presión en el pecho, las piernas me sostienen lo justo para llegar hasta mi mesa. Me trago las lágrimas, qué vergüenza que me vean llorar. A Bruno hace rato que se le pasó el berrinche, las mellizas Ana y Marta están más relajadas después del recreo y al terminar la jornada ya son todos tan amiguitos, pero yo sigo intranquila a pesar de los consejos de mamá al despedirnos esta mañana:
—Isabel, respira hondo y cálmate, A tus treinta años no debería intimidarte una clase de párvulos.
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