domingo, 5 de octubre de 2014

Tres son multitud

TRES SON MULTITUD

Cuando tan solo se encuentra a unos pasos de la frutería, Pepa dobla la esquina en sentido contrario, embriagada por un aroma que le hace salivar.
Te dije que dieras un rodeo y tú nada se lamenta abatida una voz interior.
¡Ni caso, reina! estalla una segunda voz. A ver, que llevas toda la semana masticando acelgas y tomando yogures desnatados. Qué tristeza, hija, de verdad.
Pepa se detiene frente al escaparate de la confitería del barrio. Antes, mete barriga para plegar las lorzas que sobresalen por encima del vaquero. Hoy está contenta: en el último mes ha conseguido bajar de la talla 46. Aunque, eso sí, el botón lo lleva incrustado en el ombligo.
Mmm se relame la voz tentadora. Fíjate en esa bandeja: bombas de hojaldre y nata recién hechas. Como para resistirse, ¿eh?
Peepaaa, date media vuelta y vete por donde has venido.
Una señora sale de la tienda y Pepa le sostiene la puerta. Ya está con un pie dentro.
Bah, por un dulce de nada, ¿qué te va a pasar? insiste la voz dominante. Luego subes andando las escaleras de casa y listo.
Buenos días saluda a la dependienta. Por favor, póngame un par de…