ZZZzzz
Hace unas semanas me dio por
consultar cosas con la almohada. Le pregunté la combinación de la Bonoloto y
acerté cuatro. Cuarenta euros, no está mal. Después quise saber los números de
los siguientes sorteos, pero ni el reintegro cayó. No me desanimé, incluso fui
cogiendo confianza, y para amenizar mis noches de insomnio, le comentaba
cualquier bobada: que si qué corbata me pongo mañana, que si crees que debo
adelgazar… Hasta que mi mujer, alegando que la convivencia así era imposible,
decidió mudarse al cuarto de los armarios y como ya no la oigo roncar, ahora
duermo del tirón.