EVOLUCIÓN
Ya se las apañarían para pagar las facturas de la luz y el gas, la hipoteca, los
plazos del Audi, las cuotas del gimnasio, los recibos del fisio y las vacunas
del galgo. Todo a su momento. Por ahora, dejaban que los días discurriesen
plácidamente buscando cangrejos en la orilla, chapoteando en las aguas
cristalinas de la playa, despiojándose, copulando sobre la arena fina y blanca…
Pero también, qué pesadez, esquivando a sus vecinos los progres, que les
lanzaban piedras y palos y les insultaban por comer carne cruda y no llevar
taparrabos.