CAFETEROS
Aunque al final bebían todos
descafeinado de sobre con leche entera y se servían directamente del azucarero,
a Eugenio, evocando viejos tiempos, le gustaba tomar la comanda: que si cortado
para Manuel, tazón de merienda para Pilar, americano para Felipe, con hielo
para Ester. Que si en taza o en vaso de cristal. Que si sacarina o azúcar
moreno. Que si templado o caliente. Que si leche sin lactosa, desnatada o de
avena.
Esto mantenía entretenidos a
los ancianos después de comer —salvo cuando Eugenio se olvidaba o extraviaba el boli o la
libreta—mientras
hacían tiempo hasta la merienda.