lunes, 26 de diciembre de 2022

Atrezo

ATREZO

Cuesta entender que las calles de Avalon amanecieran cada día ocupadas por tenderetes que ofrecían manzanas al visitante. Y no porque estuviesen podridas, o con gusanos, o picoteadas por las aves, nada de eso, al contrario. «One apple a day keeps the doctor away», podía leerse en las cajas que contenían ese fruto de un olor penetrante, de un color rojo, amarillo y verde que hipnotizaba, de un sabor, dulce o ácido, que hacía la boca agua.

Lo sorprendente era que en sus barrios y plazas había cientos, miles de manzanos a rebosar de frutas en sus ramas. Entonces, ¿para qué ir al mercadillo a comprarlas, si podías cogerlas gratis del árbol? Aquella mañana, todo parecía indicar que nada había cambiado y no se veía ni un solo ciudadano por las callejuelas desiertas, ni ningún vendedor detrás de la mercancía. Porque Avalon es una isla mitológica que unas veces sí, otras no, aparece entre las brumas de los pantanos.