lunes, 26 de diciembre de 2022

Autopsia

AUTOPSIA

A Hilda le parece preciosa la letra del doctor. Mientras pone una lavadora con las sábanas sucias, observa admirada su caligrafía: eses como cuellos de cisne, mayúsculas que se estiran altivas, vocales saltarinas que parecen estar vivas. Lleva escrita una hoja entera sin tachones ni enmendaduras.

Ha venido en cuanto ella le telefoneó. Está sentado frente el cadáver del esposo, anotando la causa de la muerte. El desgraciado tiene el rostro como un pergamino, los labios morados y la lengua negra bajo el bigote gris. Hay vómito húmedo en el pijama y está hasta arriba de caca líquida, se ve que ha vaciado enteras las tripas, piensa el doctor mientras apunta en su cuaderno que una soga ficticia le quebró el cuello y murió asfixiado por ahorcamiento.

También piensa, mientras redacta una nota de suicidio llena de faltas de ortografía, que esa mujerona lujuriosa se ha pasado con el matarratas.