AFICIONADOS
—Que se arrime un poco más al
borde de la cama, que haga muecas ridículas frente al espejo o prefiera la
postura del misionero, ya me da lo mismo —comenta resignado el director del
rodaje al operador de cámara—. Esto me pasa por aceptar películas de bajo
presupuesto. Pero, por favor, no le grabes de rodillas para abajo. He intentado
convencerle de que se quitara esos calcetines blancos con rayas azules y rojas,
pero dice que se desconcentra si se le quedan los pies fríos.