MUÑECO
DE NIEVE
Al muñeco de nieve lo han
decorado este año los niños con especial interés: sus ojos son dos caramelos,
la nariz un pirulí ¡nada de zanahorias!, la boca un corazón de gominola… Por
una vez se ha librado de la apestosa pipa del abuelo. Acostumbrado a que le
dejen solo en el jardín, hoy se siente el rey de la casa: la familia al
completo está reunida en torno a él.
Y ello gracias a la señora
Jones, que esta noche improvisando lo ha elegido para presidir la mesa de
Nochebuena. Todo va bien hasta que llegan los postres y ve acercarse una
amenazadora cuchara a su cuerpo de merengue.