EL
SOFÁ
En el lugar más inesperado
aparecen a veces las cosas y lo que es peor aún: en el momento más inoportuno.
Ni me acordaba de los calzoncillos que me regalaron en mi despedida de soltero,
los de tirantes que se metían por la raja del culo. Y de la stripper mulata.
La noche de bodas se le coló a
Laura el móvil por el sofá y al buscarlo aparecieron ahí, hechos un gurruño. Se
lo expliqué, ocultando mi rubor, lloriqueó con desconfianza y mientras la
tranquilizaba y se quedaba roque sobre mi hombro, tanteé entre los cojines. Al
menos el condón usado todavía estaba allí.