JUZGADO
DE GUARDIA
El tribunal apreció cierta
rigidez en su mirada, flacidez en su sonrisa y morbidez en su lengua. Al
magistrado se le trababa la sentencia de nuevo, así que uno de los vocales
fingió un desvanecimiento y el juicio quedó aplazado hasta que a su señoría se
le pasara la borrachera.