DESPEDIDA DE SOLTERA
—No sé… —murmura Manuela
compungida intentando incorporarse de la cama—. ¿Cuándo podré ver al bebé?
¿Dónde está Luis?
—A tu marido le ha dado una
lipotimia, luego vendrá. No te levantes, aún estás débil. ¿De verdad, hija, que
no recuerdas nada más?
—Mamá, ya te lo he contado
todo, fue hace meses. Estuvimos bailando, luego bebimos unas copitas de champán
y me mareé un poco. El portero de la discoteca, muy amable, me llevó al almacén
hasta que me recuperé y después volví a
casa en taxi con mis amigas.
—¡Ahí traen al niño! —exclama
el hermano de Manuela—. ¡Joder con el watusi!