ANTES, DESPUÉS
La directora de la campaña de
publicidad del centro de estética «Belleza a flor de piel» sonríe complacida:
—Estupendo. Erika. Has
cumplido de sobra con la primera parte del contrato. Como ya hablamos, desde
hoy y durante los próximos tres días te encerrarás en casa. No debe darte el
sol. No te desmaquillarás ni peinarás. Comerás solo hamburguesas. No podrás dormir
más de dos horas, ya nos encargamos nosotros de despertarte. Y sería muy
recomendable, aunque no obligatorio, que te dieras a la cerveza, al whisky o al
vino, lo que prefieras; que la imagen que buscamos resulte de un demacrado
creíble. Si te entran ganas de vomitar, mejor. Si no, te metes los dedos y
provocas la arcada. Y no te laves la cara, esto es fundamental. En tres días tu
aspecto será lamentable y podremos entonces hacer las fotos del antes para el cliente. En las del después has quedado divina. Brindemos,
te auguro una prometedora carrera como modelo.