LA HUCHA
—Por lo que más quieras lávate bien esas manos antes de acostarte —insiste Ángela, autoritaria
La reprimenda se la lleva Luis, porque Mariano se ha escondido en algún armario y hace rato que andan buscándole. «¿Por qué siempre te-te-tengo que pagar yo los platos rotos?», se pregunta el menor de los dos hermanos. «Bueno, que la Nanny diga lo que q-q-quiera, mientras no me deje sin postre… ¡Qué exigente, la go-go-gorda esta! Cuando termine la cena iré a esco-co-conder mi cerdito, que luego vienen a jugar Rodrigo, José Ignacio y la prima y siempre terminan metiendo un cu-cu-cuchillo por la ranura, se c-c-creen que no me entero, pero soy mucho más listo que ellos ¡ja!».