ESTA NOCHE TE
CUENTO
Atrás dejó el despertador, los viajes en metro, los recreos, las
reuniones de padres y la pastilla para la tensión. Todo aquello quedó olvidado
cuando se vino a vivir a este pueblo escondido entre montañas, donde podría
hacer realidad su sueño: dedicarse a escribir.
Cada noche, después de podar manzanos, segar el campo, cosechar
arándanos y limpiar las brozas del jardín, cogía papel y boli y antes de
quedarse dormido soñaba con la primera frase de su siguiente cuento.
(Dedicado a
JAMS)