lunes, 25 de marzo de 2013

La travesía


LA TRAVESÍA. 

Dedicado a Jams.

Seducidos por una invitación a soñar despiertos, coincidimos un grupo de cuentistas en un claro en «El bosque». Aquel encuentro entre musgo y hojarasca, hace ahora un año, nos motivó para continuar juntos por tierra y mar, persiguiendo nuestros sueños. Y así emprendimos un viaje de nueve meses a bordo de la nave de los microcuentos.
Al timón, el capitán, Jams, que con brazo firme pilotaba sin perder el rumbo, noche y día, sorteando pequeñas dificultades. Siempre atento a nuestros temores y dudas, convirtió la travesía en un auténtico viaje de placer. No hubo tempestades, ni chocamos contra ningún iceberg; sí avistamos algún barco pirata que intentó el abordaje, pero que luego quedaría atrás perdido en la inmensidad del océano.
Cada mes atracábamos en distintos puertos, donde embarcaban nuevos pasajeros con sus maletas repletas de historias. Los vientos siempre soplaron favorables y, poco a poco, la nave fue acercándose a su destino, llamado «Estanochetesueño». El sábado 16 de marzo de 2013 a las seis de la tarde, en una jornada muy emotiva, nos citamos en un islote y a la sombra de sus cocoteros celebramos nuestra llegada a buen puerto.
Pero este no ha sido el final del viaje. La mayoría hemos vuelto a liar el petate e iniciado una nueva andadura, siguiendo la estela del inventor de «Estanochetecuento».