jueves, 21 de marzo de 2013

Colores


COLORES

Fátima avanza tropezando entre los cascotes con su muñeca escondida bajo la chilaba. La polvareda levantada por los edificios caídos tras el bombardeo le impide orientarse. Ensordecida y medio ciega, choca contra algo blando, cae sobre unos cuerpecitos mutilados y, al incorporarse, aparecen frente a ella los escombros de la escuela judía. Aturdida, ve una luz tras una puerta desvencijada y abandonando sus recelos echa a correr hacia ella.
Tendido en el suelo con una linterna en la mano, Jakob le invita a acercarse y le ofrece una pintura amarilla. Con trazos temblorosos, el niño está emborronando de azul la mitad superior de un folio: de izquierda a derecha, angustiado, lo va tiñendo de un luminoso celeste. La niña se tumba a su lado y despacito dibuja en una esquina el sol. Las líneas de Jakob pronto se rozan con el círculo dorado de Fátima y, sonrientes, celebran la llegada de un nuevo color.
Verde esperanza.
Mano a mano, rellenan de vegetación el resto de la cuartilla hasta completar la estampa del paraíso terrenal. Fátima acuesta a su muñeca sobre el lienzo y cogiéndose de la mano, los dos niños se sientan a esperar que se disipe la niebla.